Croissant (Francia) Croissant (Francia): Aunque inspirado en el kipferl austríaco, el croissant se convirtió en un símbolo de la panadería francesa. Esta hojaldre en forma de media luna es famosa por su textura aireada, capas crujientes por fuera y suaves por dentro. Hecho con harina, mantequilla, levadura, leche y huevos, su elaboración requiere paciencia y precisión en el doblado de la masa para crear capas. El croissant de mantequilla ("au beurre") es el más valorado. Se consume principalmente en el desayuno o como merienda, acompañado de café. Representa el arte francés de la panadería y el placer cotidiano. Su popularidad global ha llevado a versiones rellenas (jamón, queso, chocolate), pero el original sigue siendo un emblema de elegancia y sofisticación culinaria.
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