Die Hard (1988) Die Hard (1988): A menudo considerada la madre de todas las películas de acción modernas, Die Hard sigue a John McClane (Bruce Willis), un policía de Nueva York atrapado solo en un rascacielos de Los Ángeles durante una toma de rehenes liderada por Hans Gruber (Alan Rickman). Con su actitud sarcástica, vulnerabilidad humana y determinación inquebrantable, McClane se convierte en el héroe antiélite por excelencia. La película combina suspense, humor negro y acción inteligente, todo dentro de un espacio limitado, lo que aumenta la tensión. Rickman, en su debut cinematográfico, entrega un villano carismático y sofisticado. Die Hard estableció numerosos clichés del género, pero lo hace con tanta maestría que sigue siendo referente absoluto, influyendo en cientos de películas posteriores con su mezcla perfecta de emoción, ritmo y personajes memorables.
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